Tailandia, Ton sai, 2 de Febrero del 2012.
Algo más de 9.456 kms recorridos en tres vuelos, 105 kms en autobus y con ellos la suma de un cúmulo de entusiasmo y motivación extras que nos darían las ganas suficientes para continuar después de casi dos días de viaje...llegados al punto más cercano de nuestra primera visita, nos quedaba un último tramo que ocurriría en la noche... el desplazamiento en una barca ( no se podía acceder de otra manera hasta ese punto), con ella recorreríamos bajo un manto de estrellas y con un insonorizado motor (por el mágico momento) en el que nos encontrábamos: recorriendo la península con la soledad del barco en pleno mar y observando las pequeñas e iluminadas playas con una espesa vegetación que causaban la sombra y así el contorno de las montañas en la oscuridad de la noche. Sencillamente, insuperable.
Bajados de la barca y cogiendo nuestro destino con las manos, la sonrisa se nos dibujó en una cara de expectación y asombro. Posteriormente decidimos relajarnos y acompañarlo con las primeras "Changs".
Pasadas las primeras horas y habituarnos a nuestro rinconcito en el paraíso, entablamos conversación con el joven y despreocupado camarero que después nos dejaría su guitarra para aporreárla!!
Comenzaba un nuevo día y las expectativas eran altas, luego después confirmaríamos que se quedaban cortas, el lugar además de encantador era y es una de las mecas de la escalada, solamente se habla, se cuenta y se hace: escalada! muy curioso como todos los habitantes de este rincón que eran gente muy joven y cada uno con sus pies de gato, miles de vías para poder abrir, muchas de ellas lindaban con el agua del mar y el spot era increíble. Ahí estábamos y todo comenzaba, decidimos acompañarlo esta vez con una buena dosis de relax y parsimonia, nos bañamos... vimos como los chicos se abrían los extraplomos, disfrutamos del momento con el nuevo ritmo de vida al que ya estábamos hechos y todo fluía con la tranquilidad característica del hermoso lugar. LLegaba la noche y se etonaban los primeros acordes de Bob Marley para disfrute del personal y la iluminada playa se llenaba de reggee!!!
Si! no teníamos otra opción que sonreir.
Amanecimos con el principal motivo de abrir nuestras primeras vías, desayunamos y fuimos a la zona de Railey Beach Est, una zona conocida por el grado de sus vías, que no eran excesivamene exigentes y así podríamos difrutarlas y saborearlas como lo hicimos, quedaban a pie de playa y el paisaje era excelente; estuvimos hasta el atardecer y de vuelta a nuestro rincón aprovechamos para pasear por la zona de Railey Beach West, con una playa de arena blanca y un ambiente algo más familiar que nuestra zona de Ton Sai, exclusivamente juvenil. Caía la noche y nos pasamos por uno de los bares de la playa en donde tocaban en directo...
Las sensaciones eran muy buenas y empezábamos a saborear la tranquilidad que esperábamos sin tener prisa por comer, desayunar o hacer cualquier otra cosa que se nos ocurriese, los días pasaban jugando al ping pong, haciendo fotos, tirados en la playa o leyendo uno de nuestros libros. Quizás la proxima semana estaremos en cualquier otro lugar y también encantador pero creemos que será complicado tener la exclusividad que aquí tenemos, un lugar aislado como este, donde "todo" llega en barca y todo lo demás queda detrás de las montañas que nos rodean.
Y así pasaron los días...escalando y disfrutando de nuestros tranquilos días, dejándonos llevar a cada momento y saboreando los noodels y rice de cada día! por supuesto, todos las tardes nos regalaban una preciosa puesta de sol que nos sacaba una vez más la sonrisa pero que no sería la última!! Empezábamos a encariñarnos con el lugar pero sabíamos que algún día sería la despedida.
Ese día llego y dejamos Ton Sai a medio día, partimos hacia Ao Nang y allí pasamos un día de tránsito hasta partir el día siguiente hasta Koh Lipe, una preciosa isla ( según habíamos escuhado pero que sin duda nos moríamos de ganas por conocer ), el listón estaba ya alto y esperábamos mejorarlo...
La gente como es de costumbre, únicamente sonríe y no saben otra forma de hacer las cosas que de la manera más amble posible, todos son saludos y reverencias; nosotros que intentamos integrarnos lo mejor posible saludamos con un "swadii kaap" con todo aquel que nos cruzamos, siempre nos corresponden con una sonrisa y nosotros por supuesto con otra.

Comentarios

  1. Vete haciendo la lista de lugares que tengo que intentar visitar...que tus apetecibles comentarios empujan a conocerlos mas que las guias de viaje...;-) muacks

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