Nah Trang, Vietnam. 12 Marzo 2012.

Llegamos a Vietnam, Hanoi y nos recibió la locura, la marabunta de motocicletas, vehículos, tuk tuk`s, etc...y una cantidad ingente de personas deambulando de un lado a otro de la ciudad,demostraba la sensación de multitud, de ciudad que nunca para y ni "respira" ( por el exceso de contaminación la mayoría llevan una mascarilla para protegerese de los humos ), pitando constantemente sin motivo aparente, todo a la vez! Era un regalo encontrar un lugar (como encontramos!) donde no se escucharan las frenéticas calles llenas de ruidos y tanta vida.

Para desentendernos de la muchedumbre y poder relajarnos, decidimos visitar la ciudad de Sapa, un lugar rodeado de montañas que quedaba a poco más de 40 kms de China, en ella conviven diferentes y variadas etnias. El recibimiento fue muy acogedor, pudimos convivir con ellos y contemplar los alrededores de la ciudad donde se ubicaban las villas que quedaban escoltadas por los cultivos de arroz marcando el terreno con la peculiar vista de las montañas escalonadas. Los numerosos niños que pudimos encontrarnos en esta ciudad, nos arrancaron numerosas sonrisas!

Finalizada la excursión emprendimos un hermoso viaje hacia la Bahía de Halong, pasamos dos días y una noche en un precioso barco de madera que a simple vista daba la sensación de calidez, con él surcamos las aguas de la bahía con miles de islitas de formaciones calizas y caprichosas
, recubiertas de vegetación, llenas de cuevas y cavernas, emergiendo de las aguas color esmeralda del Golfo de Tonkin. Conocida por los vietnamitas como El Dragón descendiendo al mar.Y sobre el mar se formaba una espesa nieblina que le daba al momento un sentido de incertidumbre y a la vez fantasmagórico, apareciendo de la nada numerosas embarcaciones que nosotros mirábamos con expectación desde la terraza del barco, tomando unos cafetitos y de paso debatiendo las canciones que cantaríamos en el karaoke post-cena.

Allí estábamos, en alguna parte de la bahía, cantando y bailando sin poder ir más lejos de la proa al fumarnos un cigarro...

Gracias Fede y Natalia por compartir con nosotros un momento como ese, que nunca olvidaremos por la exclusividad del momento y la mágica situación.

Bajábamos hacia el sur del país e hicimos una parada de varios días en Hoi An, un pueblo parado en el tiempo con un casco histórico ambientado en la China antigua y con un encanto demasiado especial que se hacía querer (volver ) desde un principio.

Seguíamos bajando...y volvíamos a recuperar los días de sol, arena y relax!!!!!!

Comentarios

  1. Qué envidia majo...disfruuuuta muuuucho de esos días de arena, sol y relax...quién los pillara...un grandísimo abrazo!

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  2. No me quiero ni imaginar lo pesada que traerás de vuelta la mochila...!!! cargada de momentazos, de risas, de sueños cumplidos, de minutos y segundos que marcaron un antes y un después en tu vida... de kilómetros y kilómetros recorridos y de tantas, e innumerables experiencias únicas.

    Un abrazote muy cálido y un fuerte beso!!!!!!

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